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Después de los 50 años, muchas personas comienzan a notar dificultades para oír conversaciones o distinguir sonidos. Esta pérdida auditiva asociada a la edad, conocida como presbiacusia, es un proceso natural pero tratable. Acudir a un centro clínico auditivo permite detectar de forma temprana sus efectos y acceder a soluciones que mejoran la comunicación y la salud mental.
Según datos de Johns Hopkins Medicine, uno de cada tres adultos entre 65 y 74 años presenta pérdida auditiva, cifra que sube al 50% en mayores de 75 años. En Chile, donde la población envejece rápidamente, la detección temprana y una prueba gratuita de audición son fundamentales para mantener la autonomía y el bienestar.
“La pérdida auditiva no debe asumirse como algo inevitable. Es una condición tratable si se actúa a tiempo”, comenta Gloria Sanguinetti, fonoaudióloga de GAES Chile.
Realizar una prueba de audífonos permite conocer qué nivel de ayuda tecnológica puede mejorar la audición y, con ello, la calidad de vida.
Cómo proteger la audición y evitar un deterioro mayor
El envejecimiento natural del oído interno es la principal causa de pérdida auditiva, pero existen factores que pueden acelerar el daño. La exposición prolongada a ruidos fuertes, el uso excesivo de auriculares a volumen alto y enfermedades como la hipertensión o la diabetes son algunas de las más comunes.
“La exposición a sonidos intensos a lo largo de los años es una de las causas más frecuentes”, explica Sanguinetti. “Sin embargo, los controles regulares en un Centro clínico auditivo pueden prevenir un deterioro mayor”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar pruebas auditivas cada cinco años a partir de los 50 y con mayor frecuencia después de los 65. Una prueba gratuita permite obtener un diagnóstico claro y decidir si es necesario realizar una prueba de audífonos o iniciar un tratamiento preventivo.
Cuidar la salud auditiva no solo mejora la comunicación, sino que también previene el aislamiento social, la depresión y el deterioro cognitivo asociado a la falta de estimulación sonora.
Los audífonos actuales integran tecnología digital avanzada, conectividad inalámbrica y diseños casi invisibles. En un centro clínico auditivo, cada usuario puede acceder a una prueba de audífonos personalizada para determinar qué modelo se adapta mejor a su tipo de pérdida auditiva.
“Hoy los audífonos son una herramienta de bienestar. Mejoran la comunicación y favorecen la vida social activa”, explica Sanguinetti.
Además, los especialistas de GAES Chile destacan que una prueba gratuita de audición puede ser el primer paso para recuperar la confianza y la conexión con el entorno. “Escuchar bien es parte de la salud integral. Cuidar la audición significa cuidar también las relaciones, la autonomía y el bienestar emocional”, concluye la experta.